viernes, 27 de noviembre de 2015

¿Puede un pulpo ser un buen trapecista?

http://www.expansion.com/emprendedores-empleo/desarrollo-carrera/2015/11/24/5654ab4d46163fe94d8b45f3.html  POR MONTSE MATEOS

Seguro que alguna vez has deseado ser algo que parecía imposible. Conocer los frenos y superarlos es la clave para transformarte en un nuevo profesional.
"¿Alguna vez has sentido que una parte de ti anhelaba hacer algo más y otra te frenaba? Es probable que te hayas sentido como el pulpo que quería ser trapecista. Él sabía que tenía la elasticidad y la habilidad suficiente como para convertirse en el mejor trapecista del mundo, pero no se atrevía a salir de su mar de confort. Tenía tanto miedo que no se daba cuenta de que todo el mundo estaba deseando ver a un trapecista tan único, diferente y especial como podía serlo él". Con esta metáfora, Latea -Laboratorio Teatral Abierto- anima a los profesionales a dar el salto a través de alguna de sus dinámicas. No es ningún secreto que este tipo de puesta en escena suele hacer milagros en el comportamiento de los profesionales. Incluso los más escépticos pierden el pudor y el miedo escénico para desenmascararse y mostrar todo el potencial que esconden.

Coherencia

La cuestión que se plantea es si el pulpo que habita en todos nosotros es capaz de sacar a la luz todos sus instintos profesionales para ser trapecista, es decir, transformarse en el tipo de empleado que anhela ser. Antes de nada, y como dice Pilar Jericó, presidenta de Be-UP, "hay que diferenciar la fantasía de los sueños. En el primer caso se trata de una quimera, mientras que los sueños pueden hacerse realidad. Por eso, conviene ser coherente con lo que se desea y cerciorarse de que realmente está alineado con lo que puedes y quieres hacer. Conozco a gente que lleva años diciendo que quiere montar una empresa".
El freno siempre está dentro, aunque a veces lo disfracemos de otras personas o situaciones
Atreverse, dar el primer paso y salir de la zona de confort es un buen principio. Genoveva Vera, coach y experta en liderazgo, asegura que "este tipo de individuos desea reinventarse y hacer cosas que nada tienen que ver con lo que hacen actualmente. Suelen ser personas inconformistas o insatisfechas".
El problema es cuando es el profesional el que, pese a todo, no se atreve a cambiar. "El freno siempre está dentro, aunque a veces lo disfracemos de otras personas o situaciones", señala Sara Noheda, socia fundadora y directora general de Internna, quien apunta los componentes de la hoja de ruta para el nuevo rumbo: "Descubrir lo que quieres, saber cuánto te va a costar y estar dispuesto a pagar el precio que supone tu objetivo". Añade Noheda que "si no arriesgas no ganas y, si no pruebas, nunca sabrás si el camino por el que ibas es el correcto".
Aunque esta decisión compete sólo al profesional, Eva Aguilera, socia de Éthica Consultores, apunta la conveniencia de compartirlo: "Es un paso importante. Cuando declaras en tu entorno tu intención de cambiar, avanzar o lo que sea que decidas, adquieres un compromiso no sólo contigo mismo, sino con el mundo que te rodea. Los jefes y los compañeros tendrían que ser los catalizadores, pero no siempre es así".
Noheda menciona la observación y la paciencia como los grandes aliados en este cambio de rumbo, no sin antes advertir que, "pretender hacer todo bien, sin cometer ningún error al tomar decisiones importantes, es una irrealidad -esa sería la fantasía de grandeza- innecesaria". En cualquier caso, según Jericó, de todo se aprende "y siempre hay que moverse sobre la base de nuestras fortalezas".

Cuando estás en la cuenta atrás

Si te defines como una persona inquieta, curiosa y en permanente búsqueda de aprendizajes nuevos cuentas con los requisitos para cambiar de rumbo cuando lo desees. El miedo no puede ser una barrera. Según Genoveva Vera, 'coach' y experta en liderazgo, "estas personas se sienten asfixiadas en puestos que les vienen demasiado pequeños, o que no tienen que ver con sus proyectos; el trabajo diario puede resultarles una tortura. Cuando esto se tiene claro, se produce la liberación en la persona, que puede dar lugar a la cuenta atrás". En ese momento hay que iniciar el cambio. Vera recomienda "tener muy claro el objetivo y diseñar un plan de acción realista, pero retador, que te ayude a alcanzar la meta. Todos tenemos derecho a reorientar nuestras carreras y a querer ser un pulpo trapecista, sin que, al menos, nadie nos ponga obstáculos en su camino", concluye.

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