martes, 11 de agosto de 2015

"Un día especial"

Era el domingo de la final de fútbol americano, el día sacrosanto en que la mayoría de los norteamericanos están pegados a la televisión viendo el partido más importante de la temporada. La salida del vuelo de Nueva York a Detroit sufrió un retraso de dos horas, y la tensión entre los pasajeros —casi todos hombres de negocios— era palpable. Cuando finalmente llegaron a Detroit, un misterioso fallo técnico de la rampa de desembarque provocó que el avión se detuviese a unos 30m de la puerta. Desesperados porque llegaban tarde, los pasajeros se pusieron de pie de inmediato.
Una de las azafatas se dirigió al intercomunicador. ¿Cómo podía arreglárselas para conseguir que todo el pasaje respetase las normas federales que requerían que todos ellos permaneciesen sentados hasta que el avión acabase de llegar a la puerta de desembarque?
Lo que 'no' hizo fue anunciar con voz severa: «Las normas federales establecen que permanezcan sentados hasta que lleguemos a la puerta».
En lugar de eso, utilizó una voz cantarina, como si estuviese advirtiendo a una adorable niñita que hubiera hecho una travesura: «¡Están de pieeee!»
Todo el mundo soltó una carcajada y volvió a sentarse hasta que el avión llegó a la puerta de desembarque. Y dadas las circunstancias, los pasajeros salieron del avión de un sorprendente buen humor».
Daniel Goleman en 'Inteligencia emocional en el trabajo'. 

http://bit.ly/1gZKlhl  


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