lunes, 3 de agosto de 2015

Los dos consejos fundamentales de Elon Musk para emprendedores (y para el resto)

http://www.uncafelitoalasonce.com/los-dos-consejos-fundamentales-de-elon-musk-para-emprendedores-y-para-el-resto/?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+UnCafelitoALasOnce-1C11+%28Un+Cafelito+a+las+Once+-+1C11%29
[La físicia] es un buen marco conceptual para el razonamiento … Condensar las cosas hasta los principios fundamentales y empezar el razonamiento a partir de ahí.” – Elon Musk

Durante las últimas vacaciones estivales, he tenido la oportunidad de leer, mejor dicho, escuchar, un audiolibro sobre Elon Musk. Para aquellos de vosotros que todavía no conozcáis el personaje, deciros que es un empresario afincado en USA, pero de origen sudafricano, cuya aspiración vital es, nada más y nada menos, que colonizar Marte y poder vivir para verlo. Nada más y nada menos.
Para llegar a ese objetivo vital, por el camino, ha creado o ayudado a crear, PayPal (que todos conoceréis), SpaceX (una empresa de cohetes espaciales), Tesla Motors (una empresa de vehículos 100% eléctricos) y SolarCity (una empresa de energia solar). Probablemente haga una entrada más completa sobre su biografía, pero lo que nos ocupa hoy no es eso, sino un par de consejos que Elon dio emprendedores, como respuesta a una pregunta de Kevin Rose, durante uno de los programas de su serie sobre emprendimiento Foundation.
La pregunta era, “¿Qué consejos darías a un emprendedor que está empezando?“. Elon, apuntó dos cosas que me parecen muy interesantes en cualquier aspecto de la vida, y que me gustaría compartir con vosotros:
  1. Busca siempre y de forma activa feedback negativo
  2. Trata de pensar a partir de los principios fundamentales
Vamos a desarrollar ambos conceptos.

 Buscar siempre el feeback negativo

Elon comentaba que el siempre que enseña alguno de sus productos a amigos o desconocidos, lo primero que les pedía era que le dijeran que es lo que no les gustaba.
A todos nos gusta que nos regalen los oídos diciéndonos lo bien que lo hemos hecho, y lo buenos que somos. Por supuesto, reconocer y premiar el trabajo bien hecho es importante. Sin embargo, las verdaderas mejoras llegan cuando alguien nos critica, o nos señala algo que no le gusta o que no termina de convencerle o que esperaba algo más de nosotros.
La primera reacción ante un comentario de desaprobación de nuestro trabajo es, por mucho que queramos controlarlo, negativa. Es normal, y yo diría que algo innato. No podemos luchar contra ese sentimiento de “no sabe apreciar mi trabajo y el esfuerzo que he puesto en él”. Pero con el tiempo, y si el comentario es acertado, constructivo y está meridianamente bien expresado, nos va a dejando un poso de insatisfacción que no nos deja descansar. Empezamos a ver nuestra obra desde un punto de vista más crítico, vemos qué se podría mejorar y eso nos lleva a un nuevo nivel de progreso y perfección.
Si lo pensáis, ¿qué crítica negativa te sentó mal pero realmente te ayudó a mejorar? Yo diría que una buena crítica de este tipo, a pesar de lo duro que es encajarlas, vale más que 100 halagos.
Ni que decir tiene que los productos que hasta la fecha ha fabricado, tanto Tesla como SpaceX, tienen mucho de esta filosofía. No hay más que ver el Tesla Model S o los cohetes de SpaceX.

Tratar de pensar a partir de los principios fundamentales

Este consejo necesita más explicación, y lo mejor para hacerlo es tomar un par de ejemplos de la propia vida de Elon Musk.
Su idea de crear SpaceX fue consecuencia de un viaje a Rusia, donde quería comprar cohetes para un proyecto que pretendía enviar una cápsula a Marte con plantas, y que éstas pudieran brotar y enraizar allí. Para ello eran necesarios cohetes, pero la negociación con los rusos no fue muy bien. El precio que solicitaban era demasiado alto. De vuelta a USA, cuando los compañeros de viaje daban toda esperanza por perdida, Elon siguió trabajando en la idea. Les mostró un Excel y les dijo, “lo podemos hacer, es viable y lo debemos hacer nosotros”. Ese fue el origen de SpaceX. Lo que hizo Elon fue ir a la raíz del problema, pensar qué necesita el cohete, combustibles, compenentes, electrónica, etc… y pensar cómo podría construir uno por sí mismo. Ya ha construído unos cuantos, y a unos costes muchísimo más bajos que lo que era habitual en la industria aeroespacial.
Otro ejemplo elocuente es el de las baterías de sus coches eléctricos. Se estima que el precio por kWh es de, por ejemplo, unos 600$, pero el se preguntó, ¿de qué se componen las baterías? De Litio, Niquel, Cadmio, etc… ¿Cuánto cuestan esos materiales? El equivalente podría ser de 80$ kWh. Lo que hay que hacer es buscar un método para optimar al máximo los costes de producir esas baterías. Ahora mismo está construyendo la mayor fábrica mundial de baterías. Seguramente las economías de escala hagan que el precio baje mucho, y que al entrar otros competidores, bajen todavía más o se inventen nuevas formas de almacenar la energía.
¿Qué tiene de importante este principio? Pues que muchas veces la innovación parte de otras ideas previas de forma evolutiva. Es decir, dado un diseño que funciona, se van añadiendo nuevas ideas o mejoras. Sin embargo, hay ocasiones en las que es necesario pensar las cosas desde el principio, desde cero. Dicho de otro modo, tratar de pensar a partir de los principios fundamentales.
El esfuerzo mental es mayor, pero los resultados son realmente disruptivos e innovadores porque no parten de algo preexistente, sino de unos principios fundamentales, a los que damos nuevas formas.
Este principio, puede ser muy potente a la hora de resolver problemas buscando nuevas vías. Por ejemplo, si lo que nos preocupa es el transporte, para que sea más eficiente y sostenible, quizá no hay que pensar en mejoras progresivas de trenes, coches o aviones. ¿Qué problema queremos resolver? Ir de a un sitio a otro en el menor tiempo posible y de la forma más económica posible en todos los sentidos. ¿Y si en vez de un Metro, ideamos un sistema con cintas transportadoras a diferentes velocidades? (idea de Asimov creo). O si en vez de un tren, hacemos algo como un tubo electromagnético que vaya a 800 Km/h. Esta última idea ya se está considerando seriamente. Adivina a quién se le ocurrió…
Quería compartir estos dos principios con vosotros, porque me parecen realmente útiles. El primero porque nos ayuda a mejorar de una forma muy directa y creo que más rápida. El segundo porque nos coloca en un esquema mental diferente a la hora de resolver o atacar los problemas, ayudándonos a conseguir ideas más innovadoras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario