jueves, 6 de agosto de 2015

Cuando Korda se acercó de esa niña, ella se asustó, se arrinconó y le dijó a su muñeca de madera "Tranquila, tranquila, no va a pasar nada." El se conmovió, le sacó una foto y a partir de ahí entabló una relación con ella que duró años.

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