lunes, 10 de agosto de 2015

“A veces el llanto hace más beneficio que la risa”. Pedro Muñoz Seca.

https://principiodeuncomienzo.wordpress.com/2015/08/09/actitud-ante-las-dificultades/ 

EmocionEstoy escribiendo estas líneas entre lágrimas.
Mucha gente me ha preguntado si el escribir era una terapia. Terapia es enfrentarme a un miedo. Si fuera una terapia, escribiría y lo tendría en el cajón de mi cuarto. Pero para mí enfrentarme a un miedo, es además, publicarlo.
Ya me da igual que me tomen por un “sensible” , romántico o lo que sea, ¡¡ME LA BUFA!!.
Llevo unos días de bastante emoción.
Me instruyeron, como a muchos de mi generación, que eso de llorar, es malo, que no es de hombres, que no eres valiente, que eres de todo, menos guapo.
Cuando lloraba, me decían que tenía que parar, que era demasiado sensible. Y durante un tiempo lo hice, deje de llorar. Quería aparentar que ya era “maduro”, ya era un “hombre”, o al menos lo que me decían que era un hombre.
A veces me retenía las ganas de llorar, porque no quería volver a los reproches, tenía miedo al qué dirían. Quiera que me tuvieran como uno más, quería sentirme “integrado” en la sociedad.
Pero el “retener” tus emociones, puedes hacerlo un tiempo, pero siempre acaba teniendo consecuencias. Malos “humos”, dolores de cabeza, de hombro… No sabemos qué no está pasando, si todo va “bien”.
¡¡ESTÁS RETENIENDO TUS EMOCIONES, LLORA, COÑO, SI ES LO QUE QUIERES HACER!!.
Y llevo varios días dando forma “liquida” a mis emociones ,a través del llanto.
¿Qué emociones estoy viviendo?
El pensar que no puedes , que es imposible, y darte cuenta, que dando solo 1% más de ti, cuando piensas eso, esos no puede, se transforman en SI PUEDO.
Llevo un mes preparándome para un reto personal muy importante, la Spartan Race. 13 kilometros, lleno de obstáculos, barro y motivación.
Nunca he sido muy bueno en dotes gimnasticas, pero cuando me ofrecieron, como buen aragones, dije SI. Para cabezón, YO.
Pensaba que los entrenamientos serían parecido a los que estaba haciendo ya desde hace tiempo… “Yo podría fácil“, pensaba…
Primer error, ante los retos, nunca te confíes, por mucho que lleves experiencia. Cada reto, cada instante, es diferente en la vida y tienes que enfrentarte a él, con Humildad.
Nada de excesos de confianza en la vida, siempre manten un equilibrio. Confia en tus posibilidad, pero con “apertura” de mente, a descubrir , descubrirte durante el camino.
Y así pasó, el exceso de confianza, me hizo que tuviera ganas de llorar, tras el primer entrenamiento.
Subir y bajas escaleras con un peso en los hombros, correr hacia una pelota y volver, más y más ejercicios, que aumentaban mis ganas de llorar, mis ganas de tirar la toalla..
Entre descanso y descanso, gritaba que no podía más, preguntaba que estaba pasando, si pensaba que yo podría con él.. La impotencia estaba ganando la batalla y con ello mis ganas de llorar.
¿Pero llorar, en un gimnasio? ¿Qué estaba pasando? Eso ni hablar, eso no es de hombres, parecía que me estaba hablando mi “educación”. Pero era lo que quería, llorar, por impotencia, por rabia, porque no estaba consiguiendo lo que quería, porque sabía que podía pero no tenía fuerzas, me sentía limitado.
Entre serie y serie, me fui al espejo y cayó por mi cara, la primera lagrima. No la retuve. Era así como me sentía, impotente, triste, me estaban llevando al limite, y no me estaba gustando lo que estaba viendo, viviendo y sintiendo en mi piel.
Tenía dos opciones, o tirar la toalla, y decidir que no seguía con el reto, es decir, un cobarde. O limpiarme las lagrimas y seguir adelante. Escogí la 2 opción.
miedoEn ese momento, también tengo que dar gracias a una mentora que tengo para este gran reto, Eva. Nos da miedo tener mentores, gente que sabe más que nosotros, porque no nos gusta que nos digan que no vamos en el buen camino, que nos estamos equivocando. Gracias a ella también, me di cuenta, que iba a costar, que todo cuesta, pero que lo estaba consiguiendo, que todo dependía de mí, que no tirase la toalla, que estaba en el camino correcto. Gracias desde aquí, por tu sonrisa en todo momento, por llevarme hasta el limite y por la música que ameniza nuestros entrenamientos.
Me limpie las lagrimas y seguí. No sé de donde habían salido las fuerzas , pero subí las escaleras con más fuerza, subí el balón medicinal a más altura y las pesas de más kilos. Exhausto llegué a casa y mirándome de nuevo al espejo, empecé a llorar , pero esta vez estaba sonriendo.
Reconozco que en eso, soy un poco Geminis. Un poco “trastorno bi-polar“.
Ese lloro delante del espejo, me demostró que todo tiene su porqué. Me decía que tenía dos opciones, seguir intentándolo o tirar la toalla, cosa que siempre había hecho.
Mi cabeza me estaba diciendo que era imposible, que no podría, y el hecho de haber dado un paso más, cuando antes hubiera tirado la toalla, me demostró, que los problemas son tan grandes como tú quieras creértelo. Un paso más, es la diferencia, entre la mediocridad y el éxito.
Me preguntaba que estaba haciendo, para qué estaba haciendo ejercicios que nunca había hecho, si seguramente, habría gente más preparada que yo. Pero la vida siempre nos pone por delante retos que ella SI sabe que estamos preparados para superarlos.
Yo soy el único responsable de mi vida. Si hubiera tirado la toalla, no me podría haber quejado, que luego el día de la prueba, me lamentara porque no estuviera en la parrilla de salida. Y si conseguía resultados, yo sería también el único responsable. Quería o no, el único responsable en ese situación, era yo. De mí dependía todo, de ti depende todo.
La falta de perseverancia en la vida, me había llevado a quejarme por todo. La culpa la tenían los demás… Lloraba y lloraba, echando la culpa al mundo de mi desastre. No tenía fe en mi, a las primeras de cambio, ya quería un nuevo cambio. Lloraba por algo que yo mismo había desechado.
Ahora sé que me faltaba un verdadero deseo, un por qué, por el reto. Y este reto, me encanta, lo deseo, sueño con él.
Lloraba mientras lo pensaba, había pasado de una vida de lamentos, de quejas, de miedos, del que dirán, de sueños desvanecidos, a una vida de ilusión, pasión, confianza, fe… Una vida de que te entran ganas de vivir al 100%.
En el mismo día , había vivido una emoción desde los 2 lados.  Desde el miedo a la felicidad. ¿Y cómo había sido ese transito? Sé que alguien diría, que soy géminis y un poco más allá que acá, pero simplemente fue con la ACTITUD ante la vida.
Actitud para enamorarme de la incertidumbre. Actitud ante los retos. Actitud ante las caídas, Actitud a mostrar mis emociones sin vergüenzas ni miedos. Actitud a vivir el momento y llorar si siento que hay que hacerlo.
MUESTRA TUS EMOCIONES, LLORA SI TIENES QUE HACERLO. LLORAR es la muestra liquida de tus emociones. Jamás las reprimas.
Lloro viendo “Cuando un hombre ama a una mujer”, o cuando alguien dice te quiero a alguien por la radio, o sintiendo los abrazos de mis sobrinos cuando vienen a casa… soy sensible, me gusta oír a Metallica y beber whisky , y por eso no quiere decir, que no sea un chico sensible, que no tenga sentimientos, que no tenga actitud ante los retos de la vida..
Si mostráramos más emoción ante lo que nos da la vida, ante lo  que sentimos en esos momentos, SI SOMOS MÁS NOSOTROS MISMOS, OTRO GALLO NOS CANTARÍA.
Llora si tienes que llorar, pero no te quejes si tiras la toalla que no estás consiguiendo tus resultados soñados.
LLORAR LIMPIA, LLORAR ES LA LECHE. ( Pero tampoco te “enganches”).
¿Cómo afrontas los retos? ¿Y las emociones?

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