¡Bienvenidos! En este curso aprenderemos los conceptos y herramientas clave de la innovación, así como a gestionar sus procesos, de modo que logre ser una fuente de diferenciación y ventaja competitiva sustentable.

Ricardo Hausmann, profesor de Harvard, ilustra la debilidad de nuestro país en cuanto a innovación, al señalar que, desde el punto de vista productivo, “Chile sabe hacer pocas cosas”.

HOY ES MÁS IMPORTANTE EL CONOCIMIENTO QUE EL CAPITAL, EL TRABAJO Y LAS MATERIAS PRIMAS

“Innovación” es la aplicación de un nuevo conocimiento o una nueva idea que genera un significativo nuevo valor para la sociedad. Innovar no es mejorar ni expandir lo existente, sino que crear una nueva propuesta de valor. La innovación es de carácter tecnológico cuando comprende un cambio técnico en los bienes, servicios o procesos de una organización.
La cámara GoPro (http://es.gopro.com/) es un ejemplo de una innovación de producto que ha revolucionado la industria de la fotografía a nivel mundial. Las lagunas artificiales de la empresa chilena Crystal Lagoons (www.crystal-lagoons.com) son un ejemplo de una innovación de procesos que ha permitido a esta firma crecer internacionalmente, con múltiples proyectos alrededor del mundo. La literatura también reconoce innovaciones en los modelos de negocios; un buen ejemplo es Amazon.com (www.amazon.com), líder global en comercio electrónico.
“Tecnología” no significa máquinas ni software como muchas veces se cree, sino el conocimiento que está embebido en ellos… y en las personas. La palabra tecnología proviene de los términos griegos tekne, que significa “oficio”, y logos, que significa “conocimiento”. El concepto involucra tres elementos centrales: un conjunto de conocimientos, su aplicabilidad y finalidad utilitaria.
La creación de conocimiento tecnológico se ha acelerado durante las últimas décadas y es fuente de continuas y relevantes innovaciones. Esto se ve reflejado, por ejemplo, en la figura que muestra la forma exponencial en que crece el número anual de patentes concedidas por Estados Unidos en los últimos cien años, alcanzando más de 300.000 en 2014.
En la actualidad, el conocimiento es el factor de mayor importancia en la producción, sobrepasando al capital, al trabajo y a las materias primas como la fuente más significativa de bienestar social.

COMPONENTES ESENCIALES DEL DESARROLLO NO SOLO ECONÓMICO

Una profusa literatura ha constatado que la creación de conocimiento científico-tecnológico y su transferencia a la sociedad para generar innovaciones son componentes esenciales del desarrollo económico y social de las naciones.
Esto ocurre debido a que la creación y aplicación de nuevo conocimiento puede crecer sin límites y con rendimientos crecientes de productividad, a diferencia de los tradicionales factores productivos de capital y trabajo que exhiben rendimientos decrecientes.
Dado el carácter endógeno del crecimiento, la literatura reconoce la necesidad de los países, especialmente en vías de desarrollo, de impulsarlo deliberadamente con importantes inversiones de largo plazo en sus sistemas de ciencia, tecnología e innovación (CTI).
 Así, es un hecho bien documentado que los países son ricos porque antes han invertido en sus sistemas de CTI por largos períodos y no al revés. Esto determina que el futuro de cualquier sociedad que desee alcanzar un mayor bienestar social dependa, en gran medida, de su acervo cultural, científico y técnico, lo que en último término le permite el diálogo con otras sociedades y el intercambio económico y de conocimientos con el resto del mundo.

¿CÓMO ESTAMOS EN CHILE?

A pesar de la alta relevancia de la I+D+i (es decir, investigación+desarrollo+innovación), en nuestro país su financiamiento ha sido históricamente bajo. En la actualidad alcanza apenas a un 0,34% del PIB, que proviene mayoritariamente del sector público. Esta cifra no ha crecido desde fines de la década de 2000, siendo una de las menores de los países con similar nivel de desarrollo y muy por debajo del promedio de los países de la OCDE, que es del 2,4%.
La empresa chilena TCPavements, ganadora del premio Avonni 2013, desarrolló una tecnología para diseñar pavimentos ultradelgados, que hoy está protegida en 82 países, lo que le ha permitido expandirse internacionalmente. En la foto, la Ruta G84.
El presupuesto público para el sistema de ciencia, tecnología e innovación de Chile para el presente año es de $588.000 millones, que equivalen a US$940 millones. En términos per cápita este valor corresponde a US$53, cifra muy inferior a los US$128 de Brasil, US$439 de España y US$1.404 de Finlandia.
Esta baja inversión en nuestro sistema de CTI ha tenido diversas consecuencias que están comprometiendo el desarrollo y crecimiento del país en el largo plazo: Una baja diversidad productiva y elevada concentración, alta dependencia de nuestra economía en la explotación de recursos naturales, una estructura exportadora principalmente de materias primas y prácticamente nulo crecimiento de la productividad total de factores (PTF) en los últimos 15 años, entre otros.
El destacado profesor de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann, ilustra bien esta debilidad de nuestro país, al señalar que, desde el punto de vista productivo, “Chile sabe hacer pocas cosas”.

TRES TIPOS DE EMPRESAS INNOVADORAS REFERENTES

Algunas firmas chilenas han sabido aprovechar el potencial de los beneficios de la innovación en forma notable, sin embargo todavía son pocas. Es imperioso aumentar significativamente su número de modo que logren un mayor impacto a nivel de la economía del país. Vamos a distinguir tres tipos de empresas en esta materia.
1 EMPRESAS QUE SE CREAN Y CRECEN A PARTIR DE UNA O MÁS INNOVACIONES TECNOLÓGICAS.
Es el caso, por ejemplo, de TCPavements (www.tcpavements.com), ganadora del premio Avonni 2013. La empresa desarrolló la tecnología TCP, que permite diseñar pavimentos de concreto ultradelgados, reduciendo su espesor en hasta un 40%, con un ahorro de hasta un 30%, manteniendo las mismas virtudes que un pavimento tradicional de concreto. Esta innovación está protegida a través del sistema internacional de patentes (PCT) en 82 países, lo que ha posibilitado su expansión internacionalmente.
2 EMPRESAS DE COMMODITIES QUE SE ABREN A LA INNOVACIÓN.
El principal desafío de estas compañías es lograr el cambio estratégico y cultural hacia la innovación, creando los procesos y las competencias organizacionales que la posibiliten. Es el caso de Arauco S.A., que comienza a incorporar la innovación a nivel estratégico (http://innovarauco.cl/). Un ejemplo de este esfuerzo es la melamina VESTO, única en el mundo con protección de cobre antimicrobiano por su tecnología InCopper®, creación conjunta de Codelco y Copper Andino, que permite incorporar el cobre en diversas superficies. Este novedoso producto, ganador del Premio Avonni 2014, elimina el 99,9% de virus, bacterias, hongos y moho de su superficie, lo que ha hecho posible su comercialización en diferentes países de América Latina. Un segundo ejemplo, también de Arauco S.A., es la nueva bebida +Maqui (www.masmaqui.com/), a partir de esta fruta nativa, que posee un alto poder antioxidante y que solo crece en el sur de Chile. Este refresco, 100% chileno, ya se está comercializando en nuestro país y se proyecta su expansión a Latinoamérica.
3 EMPRESAS QUE HISTÓRICAMENTE HAN COMPETIDO INNOVANDO.
Este tercer grupo tiene las capacidades de innovación ya incorporadas en sus procesos y en su cultura organizacional. Según el ranking mundial “The Most Innovative Companies 2014”, del Boston Consulting Group,  (www.bcgperspectives.com/most_innovative_companies), lideran este grupo empresas tales como: Apple, Google, Samsung, Microsoft e IBM.
En Chile podemos distinguir algunas como Drillco Tools (www.drillco.cl), compañía que compite a nivel mundial desarrollando sofisticados martillos de perforación para la minería y cuyo presidente, Rolando Carmona, recibió el premio Avonni 2014 a la Trayectoria Innovadora.