jueves, 11 de diciembre de 2014

“La felicidad es un fin en sí mismo y no exige nada mientras que el infortunio debe ser transformado en otra cosa”.

En una conferencia de 1983, Jorge Luis Borges dijo que la creatividad está ligada a la adversidad: “la felicidad es un fin en sí mismo y no exige nada mientras que el infortunio debe ser transformado en otra cosa”. Al seguir este razonamiento, podemos pensar que la potencialidad más grande que tenemos como comunidad es, justamente, eso: el reconocimiento de la carencia y de los recursos para transformarla en virtud; la memoria para aprender y la pasión para movilizarnos; y, por supuesto, la búsqueda obstinada de la solución. La creatividad resultará, entonces, nuestro recurso más valioso para construir ese futuro deseado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario