domingo, 6 de julio de 2014

Sonreír hasta en los momentos más difíciles…

http://enbuscadeantares.com/2012/07/02/sonreir-hasta-en-los-momentos-mas-dificiles/ 

En 1959 y después de la revuelta tibetana contra la invasión china, el Dalai Lama tuvo que exiliarse en Dharamsala, La India. Desde entonces, el líder político (hasta 2011), espiritual y religioso del Tíbet ha tenido que contemplar a kilómetros de distancia los abusos que el gobierno chino comente en contra de su pueblo (“un infierno en la tierra”).

El Dalai Lama (Premio Nobel de la Paz, 1989) ha dedicado una gran parte de su vida a luchar pacíficamente por la autonomía del Tíbet y a pesar de que quizá no le alcance la vida para ser testigo de un logro significativo en esta importante cruzada, Tenzin Gyatso no deja pelear por el bienestar de su pueblo.
Emocionalmente, uno no esperaría que alguien que ha pasado por estos difíciles capítulos se caracterice por tener una sonrisa genuina y contagiosa. Sin embargo, El Dalai Lama personifica a la perfección un antiguo dicho tibetano que dice lo siguiente:
“Cuando le sonríes a la vida, la mitad de la sonrisa es para tu rostro y la otra mitad para el rostro de otra persona”.
Es así como ha caminado este ejemplar ser humano, “poniéndole una buena cara al mal tiempo” e inspirando vidas y sonrisas a su paso. Y es que tal parece que aún “en medio del caos es posible mantener la calma” Marco Antonio Karam.
Gandhi y Mandela lo hicieron también. Logran luchar, oponerse, provocar un cambio y dejar huella sin poner en contra dicho su bienestar mental y emocional: sin perder la alegría de vivir.
Lo anterior no es nada sencillo por supuesto, hay que cultivar la compasión y la tolerancia, pero, por un lado:
¿Cuántas veces nosotros no perdemos la sonrisa (reflejo de un estado emocional agradable) por cuestiones menores o a veces hasta intrascendentes?
Ya advertía Mafalda lo difícil que es mantener y encontrar este gesto que tienen enormes beneficios para propios y extraños: “Comienza tu día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonado con todo el mundo”.
Y por el otro lado, todos los días enfrentamos obstáculos de diferente índole e importancia (personales, laborales, sociales, económicos y políticos), pero por muy trascendentales que sean (o parezcan), tal parece que es posible afrontarlos desde un equilibrio emocional.
Inteligencia Emocional no significa no en enojarse o no entristecerse (emociones generalmente se consideran negativas): “La inteligencia emocional” se refiere a ser inteligentes acerca de nuestra vida emocional: más consciente de nosotros mismos, mayor capacidad de manejar las emociones perturbadoras, más sensibles a las emociones de los demás y capaz de poner todo eso en conjunto para crear interacciones efectivas y nutritivas”. (Goleman).
Es por todo lo anterior, que ante una complicación en el tráfico, en una junta, con tu pareja o incluso ante un resultado electoral, debemos procurar actuar con tolerancia, paciencia y comprensión. Los principales benefactores seremos nosotros mismos.
Tenemos que tener en cuenta que todos los que comparten esta situación están movidos por nuestros mismos motores. Desean ser felices, dejar de sufrir. Todos piensan que tienen prioridad en su desplazamiento y que son los más importantes y en ese sentido podemos ver a otros con tolerancia y con compasión en lugar de hacerlo con intolerancia y agresión” Marco Antonio Karam
Más allá de las vicisitudes que vivimos a diario, la felicidad y el bienestar están al alcance de nosotros (al menos para los que tenemos el privilegio de poder cubrir las necesidades más básicas de un ser humano). Y el Dalai Lama es un ejemplo viviente de esta capacidad.
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