martes, 22 de julio de 2014

¿Qué intentarías, si supieras que no fracasarías?”.

http://ideasygestion.wordpress.com/2012/05/29/406/ 

Hace poco, leí un artículo que reflexionaba sobre la necesidad de vencer el miedo para poder emprender.
Después de leerlo una y otra vez, encontré un video en la red, que trataba sobre la incontable cantidad de inventos, descubrimientos, y avances que se lograron hacer posibles, simplemente porque alguien dejó de considerarlos imposibles.
Y de eso se trataba, de gente que había perdido el miedo al fracaso.
La frase que se escondía detrás de aquel video, era: “¿Qué intentarías, si supieras que no fracasarías?”.
Combinando aquel texto con aquella disertación, llegué a concluir que existe un miedo generalizado al fracaso que se puede esconder detrás de inseguridades, dudas, explicaciones lógicas o expresiones físicas… pero al final de cuentas es eso: miedo al fracaso.
El problema fundamental aquí, es que quien no fracasa no progresa, simplemente porque se mueve dentro de las actividades en las que siente confianza o certeza, es decir dentro de su zona de confort.
Buscando explicaciones que me ayudaran a entender el por qué de este fenómeno, llegué a la (triste) conclusión de que nos enseñan a escaparle al fracaso, y lo que es peor no nos enseñan a fracasar, sino a evitar hacerlo.
A la larga, simplemente nos enseñan a movernos siempre dentro de nuestra zona de confort, y a mantenernos dentro de variables aprendidas y controlables.
Nos muestran la necesidad de estar siempre en un estado de seguridad, y nos llenan la cabeza de ejemplos de personas y personalidades exitosas, pero hacen tanto hincapié en su éxito, que olvidan mostrar sus fracasos, por lo que llegamos a pensar que los exitosos no son personas comunes, sino que son eso: “exitosos”.
Es por eso que nos predisponemos a pensar que el éxito es algo que “se da” o “no se da”, y no que es algo que “se busca”.
Sería importante aceptar e incorporar que el éxito debe ser el resultado de sucesivos fracasos que nos vayan enseñando a corregir errores. Entonces, llegado el momento de fracasar, no tomarlo como una señal que nos indique que lo que estamos encarando “no es lo nuestro”, sino que se tratan de alertas y señales que nos van redirigiendo los esfuerzos.
Quien logre saltar la barrera del miedo al fracaso, tendrá acotado el camino al éxito, pero no lo tendrá asegurado, sino que deberá complementarlo con constancia, esfuerzo, trabajo; y por sobre todo: capacidad de aprender de los sucesivos fracasos que sufrirá.
Para completar esto, les dejo el video del cual hablé al comienzo, que me ayudó a entender la importancia del fracaso:

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