lunes, 7 de julio de 2014

¿Por qué la innovación pública crecerá imparablemente?

http://www.xaviermarcet.com/2014/07/por-que-la-innovacion-publica-crecera.html


Empezamos a encontrar múltiples evidencias de que la innovación ha llegado a lo público y busca sistematizarse y dar resultados. Ante esta oleada de innovación públicos 10 notas para la reflexión presentadas en el Meet Up del Centro de Innovación UC Anacleto Angelini. Agradecido por la invitación comparto mis apuntes.

1. Igual que pasó con la gestión estratégica, la calidad o el marketing, estas oleadas de management llegan un poco más tarde al sector público que a la empresa. Pero cuando llegan resultan muy importantes. Ahora le ha tocado el turno a la innovación pública, aquella que las administraciones deben aplicarse a ellas mismas. De hecho, muchas administraciones se dan cuenta que con la planificación ya no basta, que hacen faltan instrumentos que permitan explorar mejor en tiempos de cambio acelerado. La innovación pública es crear valor público aplicando nuevas soluciones.

2. Además de los retos propios de innovación pública, a las administraciones le van a asaltar múltiples situaciones que desbordan sus límites reglamentados. Cada vez hay más propuestas de innovación disruptiva que se basan en procesos de desintermediación. Uber es un app que organiza un sistema de movilidad privado que enerva a los taxistas, Eatwith es una forma de alternativa a los restaurantes con reserva de menús a precio fijo en casa privadas, MonkeyParking es una app que pone en contacto gente que vende la plaza pública dónde tiene aparcado el coche…. La innovación disruptiva removerá los cimientos de la seguridad jurídica y del entorno fiscal de estados y ciudades. La respuesta de la administración no podrá ser burocrática, habrá que dar una respuesta innovadora.

3. De hecho, la propia administración correrá el riesgo de ser desintermediada en algunos aspectos. Ante ello las respuestas burocráticas y lentas solamente conseguirán molestar más a los ciudadanos.  La presión por la agilidad y los servicios en movilidad no va a parar de crecer y las administraciones deberán adaptarse a ello.

4. Pero hay otros factores que acercarán las administraciones a la innovación. El enorme potencial del Big Data no lo será tanto sin un comportamiento Open Data de las administraciones. Lo mismo sucederá con la Internet de las cosas. Las ciudades, los espacios públicos serán sensorizados y aportarán datos para mejores usos públicos y privados.

5. Las dos dificultades principales de gestión en innovación pública son: Primera. La gestión del riesgo en organizaciones nacidas para que todo sea previsible. Gestionar el riesgo con dinero público tiene un plus de responsabilidad. Pero si queremos innovación, hay que asumir que no hay innovación sin riesgo. Segunda. La gestión del fracaso, algo muy habitual cuando se innova. Los entornos político – mediáticos son poco tolerables con el fracaso. Se impone un cambio de cultura, de los contrario no habrá más que innovación incremental en el sector público.

6. En la innovación pública que viene los nuevos modelos de creación de valor publico serán los equivalentes a los modelos de negocio en el sector privado. Creemos que los modelos de creación de valor público serán más abiertos, más mixtos público – privados y más versátiles. Las propias dinámicas de compras sofisticadas o experiencias como las de Open Challenge  de Barcelona son una buena muestra de ello.

7. La innovación pública hasta ahora ha importado todo del sector privado. Debemos crear una innovación pública más capaz de crear productos y servicios nuevos, propios, hasta ahora ha estado solamente orientada a nuevos procesos. Para ello se requerirá más talento emprendedor entre los trabajadores públicos. Y los habrá. La gestión púbica puede ser muy motivadora ( su objeto es el bien público) y atraer gente con talento que quiera trabajar con un propósito digno.

8.  Para el crecimiento de la gestión pública hace falta una revolución de agilidad. Debemos saber aplicar la filosofía Lean Startup al sector público, pero pensando y aportando caminos propios. En general, deberíamos desterrar la cultura de las pruebas piloto ( demasiado orientadas a sí mismas) y el abuso de un benchmarking indigesto. Lo que hay que hacer para que salgan cosas nuevas es pensar y no copiar. El benchmarking es para después, antes mejor pensar.

9. Necesitaremos un nuevo modelo de participación ciudadana para la innovación. Las liturgias de participación muy politizadas no nos servirán para nada. Mejor observar a los ciudadanos que preguntarles. Y una vez tengamos una propuesta de valor en un prototipo compartirla con algunos de ellos y, si es posible, establecer un proceso de co - creación con ellos. La innovación no crece en asamblea.

10. No necesitamos ni reglamentos, ni grandes comités de innovación pública. Necesitamos equipos expertos, de impacto transversal, bien conectados con los decisores, apasionados, comprometidos. Necesitamos talento innovador. Necesitamos estructuras livianas y mucho liderazgo para el cambio cultural para que la innovación pública despliegue todo su potencial.

( La imagen pertenece a una obra de Alessio Baldovinetti)

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