miércoles, 2 de julio de 2014

Ideas

Dr. Berne
En vez de animar a la gente a vivir valientemente en un viejo mundo desgraciado, es posible hacerles vivir felizmente en un valiente mundo nuevo.

El Niño en la persona es en potencia capaz de contribuir a su personalidad exactamente como un niño feliz y real es capaz de contribuir en la vida familiar.

Cuando la disposición intuitiva es fuerte, trae consigo un sentimiento de certeza que es difícil de sacudir.

Los guiones son sistemas artificiales que limitan las aspiraciones humanas espontáneas y creadoras, del mismo modo que los juegos son estructuras artificiales que limitan la intimidad espontánea y creadora.

Los argumentos están destinados a durar toda la vida. Se basan en decisiones de infancia y una programación paterna constantemente reforzada. El refuerzo puede tomar la forma de contacto cotidiano, como en los hombres que trabajan para su padre, o las mujeres que telefonean a su madre cada mañana para charlar, o puede aplicarse con menor frecuencia y mayor sutileza, pero con la misma fuerza, a través de un trato ocasional. Después de morir los padres, sus instrucciones pueden recordarse más vívidamente que nunca.

Cada persona diseña su propia vida, la libertad le da el poder para llevar a cabo sus propios designios, y el poder da la libertad de interferir en los designios de los demás.

Nacemos príncipes y el proceso de civilización nos convierte en ranas.

Ser conscientes requiere que vivamos en el aquí y ahora, y no en la nada, el pasado o el futuro.

Quien pierde no sabe qué hará si pierde, pero habla de lo que hará si gana, y quien gana no habla de lo que hará si gana, aunque sabe qué hará si pierde.

Una persona sana dice “Sí”, “No” y “¡Bravo!”. Una persona poco sana dice “Sí, pero”, “No, pero” y “No hay bravo”.

Reflexionemos sobre estas maneras de entender al individuo y a las personas en sociedad. La obra de Eric Berne es siempre un hallazgo para ello.

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