miércoles, 2 de julio de 2014

Emilio Moraleda: “No hay secreto que valga, cuanto más trabajas más suerte tienes en el mundo..”.

http://principiodeuncomienzo.wordpress.com/2014/07/02/ante-una-decision-dificil/ 
Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, incluso sin tener la seguridad o certeza de que estás decidiendo correctamente”, dice Paulo Coelho.
DecisiónSon las 2 de la mañana. Mañana me tengo que levantar pronto y aún así, no me puedo dormir.  Sé que tengo que tomar una decisión y la verdad que me está costando.
No es una decisión de si por la mañana tengo que desayunar galletas con soja o un donuts. Es lo que llamamos una decisión difícil. Es una decisión que me importa y mucho.
Todos tomamos decisiones a lo largo del día. Unas las consideramos fáciles, qué desayuno hoy, a qué hora llamo a mi pareja, qué traje me pongo para trabajar… Pero otras, las etiquetamos como difíciles, ¿Le digo qué me gusta? ¿Acepto el trabajo en la otra ciudad? ¿Les digo a mis amigos que ya no me llenan tanto como en la niñez?
¿Hace cuanto tiempo que no tomas una decisión difícil en tu vida?
Tomar una decisión es pasar, normalmente, por un proceso de sudor, de agonías, de miedos y muchas veces, de lloros.
Ante toda decisión, tenemos dos opciones. Y las dos pensamos que pueden ser la buena. Por eso nos cuesta tanto decidirnos  Una es buena en un campo y la otra en el otro.
¡¡Qué difícil es elegir, por favor!! Pero lo peor, que una no es mejor que la otra, porque si no, ya hubiéramos decidido hacía mucho tiempo.
“ Si elijo uno, aunque tenga más beneficios en un campo, sé que estaré perdiendo los beneficios que podría estar ganando si hubiera optado por la otra.. ¿Pero si elijo la otra? ¿No puedo elegir las dos?… Uf, que calvario…”. Así nos encontramos ante una decisión de este calibre.
También conozco a gente, que una decisión difícil, es decidir que se ponen para salir un sábado por la noche, o que toman para comer con los amigos. Una decisión “fácil” también puede ser considerada como difícil.
Y si, he cogido un folio en blanco y la he divido en dos. En un lado, todo lo positivo si elegía una opción y lo negativo. Así como también con la otra opción.
Una opción es la más arriesgada, la otra me dejaría tranquilo, pasara lo que pasara, en mi zona de confort. Una opción me puede llevar a límites que jamás he conocido; la otra a seguir dónde y cómo estoy, pero un poco mejor.
Tras escribir sin parar en los dos papeles, he creído que tenía toda la información al respecto. Pero aún así, pensaba que era muy difícil tomar la decisión.
Sigo pensando lo mismo, tras tener delante de mi, los papeles con los pros y los contra de cada opción. Una opción es difícil, porque las dos opciones, en el fondo, nos gustan.
¿Qué hacer? ¿Lo jugamos al pito-pito gorgorito? ¿Al piedra papel o tijera? ¿ O vamos a una pitonisa a que decida por nosotros? ¡¡Ya no puedo más, siempre se repite la misma historia…!! Como diría Camilo Sesto. Me rio por no llorar, la verdad.
Cuando tenemos dos opciones, intentamos  imaginar qué pasaría si una mejorase un poco más a la situación presente. Creemos que así, veríamos cuál es la mejor.  ¿Y si en poco tiempo, mejorasen mi contrato, sería más feliz que en el otro trabajo que me daría otras ventajas que este anterior no tiene?
¡¡Puf, me parece que voy a ver amanecer esta noche dándole vueltas a la cabeza!!
Creo que va tomar una decisión, va a ser algo imposible.
Una decisión difícil, supone que las dos opciones están al mismo nivel, porque si no, como he dicho, ya hubiéramos decidido hace mucho tiempo. Si pensáramos que una opción, tiene una “percepción” económica, unos beneficios mayores respecto a la otra, estas líneas no se estarían escribiendo y yo estaría durmiendo dulcemente.
La decisión más dificilIntentamos guiarnos por las razones que nos damos para una u otra opción. Pero no solo por la que nos damos, sino también por las que pedimos a los demás, que nos den, ante la decisión en la que estamos.
Nos guiamos por la razón, y no por el corazón. Nuestra razón nos intenta guiar a que escojamos lo mejor, lo más razonable, lo que podemos razonar mejor, lo que menos “problemas” nos puede dar. Y mientras tanto, estamos dejando de lado, una decisión tomada con el “corazón”, guiada por “la razón de ser nuestra”.
Ves a gente que viste diferente a los demás, y queramos o no, los señalamos. Ellos se sintieron también en una encrucijada, se vestían como decía “la sociedad”, o “como ellos sentían” que lo tenían que hacer.
Ya sabes que opción escogieron. Eligieron el corazón a la razón. Optaron por lo difícil en vez de por lo fácil.
Es de locos pensar, que las razones que nos demos, o nos den para escoger una opción, en contra de la otra, son mejores, que las razones para escoger la otra opción.
¿Pero qué pasaría si escogiéramos una opción, por unas razones que hemos escogido nosotros? Es decir, la escogemos, porque nos alineamos con ella, totalmente.
Imagínate que tienes que elegir entre dos trabajos. Uno es trabajar en una perrera, cuidando animales y el otro ser banquero. Unos elegirían, ser banquero, por el dinero, la estabilidad. Pero otros, elegirán la perrera. ¿Por qué? Porque ellos sienten que ese trabajo, está en conexión en cómo son ellos.
Quienes eligen ante una decisión difícil, en función de su forma de ser, sus valores, sus motivaciones, son los verdaderos creadores de la vida, que siempre han soñado.
Cada vez que le doy más vueltas al tema, creo que no hay una opción mejor que otra. Buscamos una razón fuera, para que nos de la llave que nos abra la puerta a la mejor solución para nosotros, pero creo que la única razón tengo que encontrarla dentro de mí. La solución está dentro de cada uno de nosotros.
Es el momento, ante una situación así de hacerse preguntas, que siempre evitamos. ¿Cuál de las dos opciones me lleva a quien quiero ser? ¿Qué es lo que quiero conseguir..?..
Esas personas que vemos  por la calle “excéntricas” en su vestimenta, tomaron ante una decisión difícil, por optar aquella que les guiaba su corazón. Aquella opción, les hizo llegar a lo que somos todos, personas singulares.
Lo tengo decidido, sé qué decisión voy a tomar. Una se alinea más, con lo que soy, con lo que quiero de verdad. Voy a por ella.
Así que si te encuentras alguna vez ante una decisión difícil:
.- Iguálalas al mismo nivel
.- Y preguntante cuál de las dos está más acorde, con tus valores, sueños y aspiraciones. Elige esa.
¿Qué decisión tienes que tomar y la consideras difícil? ¿Entre qué dos opciones te encuentras? ¿Cuál está más en orden a tu corazón?.

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