martes, 22 de julio de 2014

Cerebros amigos…

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La idea fue de Enrique Febbraro, un profesor de psicología que logró que se impusiera el Día del Amigo después de enviar cartas a 100 países, para mostrar que, al alunizar el Apolo XI el 20 de julio de 1969, la especie humana estaba unida ¿Por qué Friends es la serie que logró batir récords de televidentes fanatizados en todo el mundo aun cuando la serie dejó de grabarse? ¿Y por qué convocan tanto las protagonistas de Sex and the city, despertando interés aun en sus películas con pocos méritos? Lo que entusiasma y genera adhesiones, superando incluso cuestiones generacionales, es la irrestricta consagración de la amistad que estos dos programas, tomados como emblemas, representan, y celebran.
Hermanos por elección
Esos a los que uno puede llamar a las 4 de la mañana son los que realmente importan. Ganarse la confianza y el afecto de alguien que de pronto entra en tu vida, sin ningún parentesco ni lazos de sangre, es una conquista que debes atesorar como un privilegio. Hay
amigos que se prefieren a la familia, algunos que hacen bien y otros que perturban. Hay amigos a los que atiendes enseguida y otros a los que les pides que te llamen más tarde. Hay amigos que viven lejos y están cerca, y amigos que viven cerca y están lejos. La gama es infinita.
Nos hacemos amigos de los que llaman nuestra atención pero sin atención se pierden como lo que no se usa. Regar la planta. Eso es todo. Así de simple
Naturaleza de la amistad.
Los lazos positivos y duraderos son claves para el bienestar porque proporcionan un sentido de pertenencia, protegen contra la soledad, la depresión y la ansiedad. La amistad es un rasgo distintivo del hombre. Las regiones neurales asociadas con una amenaza están menos activas cuando los sujetos toman la mano a una persona cercana afectivamente. Cuando los seres queridos están cerca, somos menos propensos al estrés. La amistad pone en evidencia una “confusión” entre uno mismo y un amigo. Nuestra identidad incluye a las personas cercanas afectivamente y las interacciones “cara a cara”, producen menos rasgos de soledad. Desde hace unos años, muchos usan las redes sociales para continuar en contacto con quienes ve en forma seguida y algunos lo utilizan como sustituto.
Desde los orígenes, sobrevivimos y prosperamos al unirnos para brindarnos protección y asistencia mutua. El carácter solidario es una suma de genética, biología, ambiente y cultura. Muchas funciones cerebrales están diseñadas para tener interacciones. Una de esas funciones es la empatía que permite entender y responder a los demás. Estamos predeterminados para empatizar. Cuando desarrollamos amistades, y contamos con gente en la que podemos confiar, nuestros recursos se expanden. Con la “familiaridad”, otras personas se convierten en parte de nosotros. Pasar tiempo con amigos activa los circuitos de recompensa del cerebro. Tener relaciones valiosas y una vida social activa lo protege.
¿Qué es la resiliencia?
Es saltar hacia atrás, volver a saltar, rebotar. Viene de la física y alude a la capacidad que tienen algunos metales de recuperar su estructura luego de una deformación. La psicología positiva habla actualmente de la capacidad para sobreponerse al dolor emocional y continuar, incluso con una perspectiva superadora. Hay personas claves en la vida. Son los que aparecen en los momentos difíciles, te ayudan a salir del error con el diálogo constructivo, a desarrollar tus fortalezas personales, a integrarte a redes sociales productivas, a visualizar en positivo el futuro y a tomar conciencia de que eres es el comandante de tu presente.
Los amigos son la familia que podemos elegir.
Una investigación publicada por la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. mostró que los amigos son genéticamente más parecidos entre sí que los extraños. Tenemos ADN en común. Cuál es la etapa donde las personas forjan los lazos de amistad más fuerte es una pregunta que dispara diversas respuestas ¿Sólo a los amigos de la infancia se les puede reservar el mote de mejores amigos? ¿Es difícil construir este tipo de relaciones después? ¿O, por el contrario, es en la adultez donde florecen las uniones más fuertes?
Ahora bien, de ese puñado de amigos cercanos, ¿cuántos son de la infancia, de la adolescencia o de la adultez? Con excepción de los más jóvenes, donde predominan las amistades de la niñez, cada grupo considera que los amigos más cercanos son los propios del período en el que vive. A partir de los 30, las personas se vuelven más selectivas en cuanto a las amistades. Su escala de valores está mucho más sólida y sabe las cosas que le gustan y las que no. Elige a un amigo por afinidad, tiempo compartido y una misma visión de la vida El hecho de tener deseos y gustos similares hace que los planes sean compartidos. Y se juntan porque quieren, no por compromiso.
Esta es la historia de una amistad distinta, que nació cuando el sueño de Felipe Miranda (11) comenzó a hacerse realidad. Gino Tubaro (18),
estudiante de ingeniería electrónica, se puso a trabajar en el diseño y desarrollo de una pieza ortopédica que le cambió la vida a este chico. A causa de una enfermedad genética nació sin su mano izquierda. A fines de abril, por encomienda, una mano ortopédica impresa en 3D llegó a su casa. Entre consultas por las medidas de la mano, y los tiempos de espera, se gestó una afectuosa relación. La empatía entre los dos se recargó con risas y agradecimientos, muchas veces traducidos en dibujos que “Feli” le envió especialmente. “Me gusta la forma de ser de Gino, me hace reír mucho”, cuenta Felipe. Y en este ida y vuelta, Gino- revive la facilidad que tiene para relacionarse con los chicos, la misma que hasta hace dos años sintió cuando tenía a cargo un taller infantil en el que creaban con cartones y maderas. El abrazo más esperado de los amigos  se concretó el 10 de mayo. Gino le llevó una caja con dedos de respuesto de varios colores, le hizo ajustes a la pieza y le enseñó a reemplazar sus partes. Poco después, “Feli” viajó a Buenos Aires y le devolvió la visita. “Llegó con un dedo de cada color. Es un capo”, recuerda Gino y confiesa que se involucró tanto en este proyecto por el cariño que él le inspiró. “Feli”, en tanto, admira a su “amigo grande”, como lo llama.
¿Qué se valora en la amistad?
La incondicionalidad implica el reconocimiento implícito de cierta vulnerabilidad: que esté ahí aun cuando los
tiempos y las obligaciones apremien. Las relaciones interpersonales de filiación se basan en la reciprocidad, pero de los amigos se espera apoyo. La confianza mutua es un valor destacado por los más jóvenes y por las mujeres. En la verdadera amistad, dicen, no hay secretos
Apenas lo conozco y ya sé que podría ser mi amigo.
Existen áreas del sistema nervioso que permiten evaluar a primera vista a una persona. Una estructura llamada ‘amígdala cerebral’, sostiene la memoria emocional y permite ver los factores emocionales antes de que lleguen a la conciencia. Esto nos permite reconocer a alguien con quien vamos a confraternizar en el futuro.
El sexo arruina la amistad.
Una encuesta mostró que 8 de cada 10 personas tiene fantasías sexuales con amigos. Además, el 62% cree que después del sexo la amistad puede seguir. También mostró que el 67% cree que la amistad entre el hombre y la mujer es posible.
Los ‘amigos’ de Facebook no son amigos. Hay un amigo íntimo por cada 60 contactos. Para el 64%, el secundario es el semillero de amistades.
Para el 42% lo es la primaria, y para el 30%, el barrio. ¿Para qué sirven el “millón de amigos”? 6 de cada 10 dicen que “ayudan a mantener esas amistades”: la enorme cantidad de amigos que se reencuentran por Facebook, lo prueba.
Aun amigo se le perdona todo.
Para sentirnos bien y desarrollar una vida con sentido, necesitamos sintonizar con otros, ser queridos, aceptados, respetados y a la vez aceptar, querer y respetar. Cuando esto se da se produce una sintonía y sensaciones placenteras derivadas. Un amigo es un otro con quien resonamos de un modo intenso. Si el amigo nos falla una vez podemos comprenderlo por esa misma sintonía. Si nos falla  reiteradamente y no deja de ser ese otro especial para nosotros, estamos en una relación de sometimiento, no de amistad.
La clave de la amistad es saber lo que al otro le molesta. Lo que se halló es que muchos podían contestar qué les gustaba pero muy pocos qué les hacía enojar. La conclusión fue que quienes conocían estos “detonantes” del malestar en sus amigos eran quienes tenían una mejor relación y menos conflictos con ellos, porque conocían su verdadera personalidad y lograban empatizar igual.
Lazos sociales.
En las relaciones “Yo- Ello” las personas resultan indiferentes, son meros instrumentos. El tipo de vida moderna lleva a prestar poca atención y a actuar en piloto automático. En las relaciones “Yo- Tú” las relaciones son un fin en sí mismas. El camino alto de la racionalidad basta en las relaciones del primer tipo y el camino bajo emocional es imprescindible para las segundas. El sentido que le damos al mundo tiene su raíz en las relaciones primarias. Debajo de la conexión superficial se puede llegar a una identificación total con alguien y a percibir como diferentes a los demás. El camino bajo nos acerca, el alto permite tomar distancia para pensar con claridad. El equilibrio hace a la empatía eficaz.
La afinidad genera atención mutua, sonrisas y movimientos coordinados, sin fines utilitarios. El bienestar deviene de que nos consideran como un Tú, es una necesidad básica para la supervivencia y un rechazo puede dañar tanto como un dolor físico. Los que nos tratan como Ello nos perturban. El apego determina a quienes recurrimos por ayuda y el cuidado a quienes proveeremos en caso de necesidad.
La oxitocina es un neurotransmisor que produce efectos saludables y que se libera cuando estamos con quienes amamos. La misma sustancia que nos acerca convierte esas conexiones en placer. Las relaciones pueden disminuir la capacidad cognitiva de categorizar. Los prejuicios la empañan.
Tendemos a ver de una manera distinta a los que queremos que a los extraños, simplemente porque vemos lo que queremos ver.
Lo que importa. La gente muy rica no es tan feliz porque siempre va por más. Para escapar de esa banda sin fin es mejor tener una vida basada en relaciones satisfactorias o recrearlas para hacerlas más nutritivas. El contagio emocional significa que nuestros estados de ánimo provienen de las interacciones. Una aproximación Yo-Tú implica pasar de la empatía a la acción. Una reingeniería social debería basarse en desarrollar vínculos y orientarlos a la perfección. Nuestra biología está moldeada por los otros y para los otros. Se precisa restructurar y mejorar las instituciones sociales.
El PBI de la felicidad.
Siempre se supuso que el crecimiento económico ganaría la batalla sobre la pobreza, sin embargo aumentó la desigualdad. Según el informe del comité que integraron premios Nobel, el producto bruto interno (PBI), es obsoleto para medir la riqueza, el bienestar y la economía sustentable. Así el PBI crece en las catástrofes por los gastos en reconstrucción y no contabiliza su costo, expresa el valor de mercado pero no la salud social, no suma esparcimiento, educación, salud y seguridad. La polémica llegó al reino de Bután ubicado entre la India y China.
Allí no se mide el PBI, sino la felicidad bruta interna, expresada en esperanza de vida, bienestar económico y educación. No es una ecuación fácil.
De pilares como economía, cultura, medio ambiente y buen gobierno hay que desglosar bienestar, ecología, salud, educación, cultura, nivel de vida, uso del tiempo, vitalidad social, gestión de gobierno y variables tan dispares como el valor de la oración o pensar en el suicidio.
Los pilares no son sólo económicos sino la satisfacción en las relaciones personales y en el sentido de la vida. El modelo capitalista no deja
espacios para la felicidad. La vitalidad de una sociedad surge del contacto humano. Los medios destructivos son hoy incontrolables.
Debemos amarnos o morir. El desafío de la época es aumentar el círculo del Nosotros y reducir el de Ellos. La inteligencia social expande las fronteras de la empatía para cruzar las divisiones y sacar partido de las diferencias. El cerebro de amigos debe conectarnos a todos en nuestra común humanidad.
No se ha encontrado una teoría coherente sobre la inteligencia social que la distinga del IQ (el coeficiente intelectual). Hay que estudiar en la  neurociencia social las múltiples maneras de saber y hacer. Entre estas están las del camino bajo, la habilidad no verbal, intuitiva, que va más
rápido que el camino racional y que no se puede medir con su test. El reformateo debe advertir que la fuerza más poderosa para la arquitectura cerebral es la del mundo social y no las pruebas académicas. La inteligencia deriva de la inteligencia social, de la capacidad asociativa.
Amigos son los amigos. Nosotros, los de entonces ya no somos los mismos pero si parte del colectivo «nosotros», con su caudal de experiencia acumulada que nos brinda fortaleza personal. Por tus amigos no debes resolver todos tus problemas por tu cuenta y, cuando sientes impotencia, la superas con su buena compañía. El mensaje es claro: Se parte de «nosotros», no vivas tu vida en soledad.
Dr. Horacio Krell. CEO de Ilvem. Mail de contacto horaciokrell@ilvem.com

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