sábado, 12 de abril de 2014

"Un discípulo de quien jamás se pide nada que no pueda hacer, nunca hace todo lo que puede".

Decía el economista liberal John Stuart Mill: «un discípulo de quien jamás se pide nada que no pueda hacer, nunca hace todo lo que puede.»
Si bien hay razón en su sentencia, aplicando los conocimientos de la Inteligencia Emocional deberíamos preguntarnos, ¿sabemos motivar al discípulo? Y, aplicando lo aprendido con la Atención Plena, ¿cómo logramos que trabaje y aprenda concentrado y sin perder detalle?
Imaginemos el poder positivo que representa encontrar respuesta a estas dos preguntas, ya sea para nuestros compañeros de trabajo o el equipo de deporte del fin de semana.
La Atención Plena comienza aquí: http://goo.gl/W2T0rM  

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