lunes, 29 de abril de 2013

Practicar mentalmente: Un excelente ejercicio para mejorar las habilidades

http://www.rinconpsicologia.com/2013/04/practicar-mentalmente-un-excelente.html



¿Sabías que muchos cirujanos usualmente hacen prácticas mentales antes de llegar a una operación complicada? ¿Sabías que para los deportistas imaginar los movimientos que realizan en las pistas o en los campos es casi una rutina normal? Y no me refiero a hacer planes sino a imaginar detalladamente la forma en que se realizan los movimientos físicos.

Pues bien, en el 2008 se realizó un estudio muy interesante en el cual la pregunta fundamental era si realizar prácticas mentales realmente podría mejorar las habilidades en el quirófano. Para dar respuesta a esta pregunta los investigadores reclutaron a estudiantes de medicina que ya realizaban prácticas clínicas. A la mitad de ellos se les entrenó para que usaran la imaginería (es decir, para que reprodujesen los movimientos de las operaciones en su mente) y la otra mitad se sometió al curso normal que imparten las escuelas.

Como podrás presuponer, aquellos estudiantes que imaginaron los movimientos en su mente realizaron mejores cirugías que los otros. Otro estudio similar realizado más recientemente, en 2011, volvió a demostrar que la imaginería mejoraba las habilidades de los cirujanos que debían hacer laparoscopias.

Si nos alejamos de los quirófanos, veremos que la imaginería también es usual en el deporte. De hecho, deportistas como el tenista Roger Federer y el piloto de Fórmula Uno Jenson Button han reconocido públicamente que utilizan esta técnica y que les da muy buenos resultados.

¿Cómo funciona la imaginería?

Para responder a esta pregunta debemos retomar un estudio realizado en el 2004. En este experimento los participantes fueron divididos en cuatro grupos:
1. Imaginaban contracciones de su dedo meñique.
2. Imaginaban contracciones de su brazo.
3. No se entrenaron.
4. Se entrenaron moviendo realmente el dedo meñique o el brazo.

Las personas realizaron esto durante cuatro semanas. Después de ello, se evaluó la fuerza en su dedo meñique y brazo. Obviamente, quienes no habían sido sometidos a ningún entrenamiento (grupo 3) no mostró aumento de la fuerza y aquellos que se entrenaron de manera física tuvieron un incremento de la fuerza de aproximadamente un 53% (grupo 4).

Pero… ¿qué sucedió con el primer y segundo grupo; es decir, con las personas que solo imaginaban que movían el dedo meñique o el brazo? Pues ahora viene lo interesante: en el grupo 1 se apreció un aumento de la fuerza en el dedo meñique de un 35% y en el grupo 2, un aumento de la fuerza en el brazo del 13,5%.

En este punto, los investigadores no tienen dudas: imaginar mentalmente un ejercicio hasta sus más mínimos detalles y hacerlo todos los días, puede conllevar a cambios reales en el físico. 


Fuentes:
Arora, S. et. Al. (2011) Mental practice enhances surgical technical skills: a randomized controlled study. Annals of Surgery; 253(2): 265-270.
Sanders, C. W. et. Al. (2008) Learning basic surgical skills with mental imagery: using the simulation centre in the mind.Medical Education; 42(6): 607-612.
Vinoth, K. et. Al. (2004) From mental power to muscle power—gaining strength by using the mind. Neuropsychologia; 42(7): 944–956.

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