diy
“Hazlo tú mismo” podría considerarse un movimiento que nace en la década de los
 cincuenta, en la posguerra, en el momento en que la tecnología comenzaba a ser parte de 
la vida diaria del ciudadano, cumpliendo tareas cotidianas antes resueltas manualmente por él.
Traducido de la expresión en inglés “Do It Yourself”, esta filosofía, que como su nombre+
 lo indica explícitamente propone que volvamos a hacer las cosas por nosotros mismos, puede
 ser aplicada a todas las áreas de nuestra vida, ya sea de manera física, espiritual o aún 
sentimental; es realmente una especie de credo existencial. Por lo mismo, supongo, 
se extiende naturalmente y toma fuerza en los sesenta, permaneciendo vigente hasta la fecha,
 adoptado e incluido como filosofía por casi todo movimiento contracultural ―pues en su esencia
 conlleva la autonomía.
Alan Watts publicó en el San Francisco Oracle, en 1967, un texto que me parece que mantiene 
su vigencia imperturbable, reflejando la realidad actual:
Nuestro sistema educativo, en su totalidad, no hace nada para darnos ningún tipo de 
competencia material. En otras palabras, no aprendemos cómo cocinar, cómo hacer ropa, 
cómo construir casa, cómo hacer el amor, o hacer cualquiera de las cosas absolutamente 
fundamentales de la vida. Toda la educación que le ofrecemos a nuestros niños en la escuela es 
totalmente en términos de abstracciones. Se te entrena para ser vendedor de seguros o 
burócrata, o algún personaje cerebral.
¿Podríamos entonces deducir que este movimiento nace en parte como respuesta a la 
ineficacia de la educación mainstream y como una posible reconfiguración alternativa de la misma?
¿Podría ser entonces un intento, que hasta hoy se sigue haciendo, de cierta parte de 
la sociedad para educarse a sí misma en las cuestiones esenciales de la vida?
En lo personal creo que sí, y creo que es la manera más efectiva de “hackear“ el o los 
sistemas que nos tratan de ser impuestos día a día. Como bien nos recuerda el Tao,
 el verdadero conocimiento solo se alcanza a través de la práctica personal: “Escucho y
 olvido. Veo y recuerdo. Hago y entiendo”.
En un mundo de opuestos que se alimentan constantemente para existir, es de esperarse 
que entre más creció el consumismo y más se desarrolló la tecnología, más se
 haya expandido y generalizado, como respuesta, la filosofía de “Hazlo Tú Mismo”. Mientras el
 capitalismo nos ofrece tecnologías robóticas, educación pragmática y comodidad que
 no requiere movimiento físico o intelectual, esta filosofía nos recuerda constantemente la
 necesidad de retornar a lo básico, construir o crear lo que uno necesita, crecer lo que uno 
consume… “hackear” el sistema haciendo las cosas uno mismo.
Siguiendo esta línea, y con la simplicidad como única intención, me propongo afirmar
 entonces que el mundo está dividido en dos: los que hacen y los que dejan que agentes externos
 resuelvan por ellos. O como Douglas Rushkoff nos dice en términos más contemporáneos, 
Pese a los intentos del capitalismo de absorber este movimiento y comercializarlo ―como lo
 hace con todo movimiento contracultural a la larga ― este movimiento sigue creciendo y
 evolucionando, hay pocas cosas que el ser humano realmente no pueda hacer el mismo si
 se lo propone, y siempre hay alguien dispuesto a hacerlo.
Bien dice William Blake: “Debo crear un Sistema o ser esclavizado por otro.”
A continuación algunos hacks que nos pueden ayudar a re-programar nuestra realidad:
- Desarma todo lo que usas y vuelve-lo a armar solo por el placer de entender cómo 
funciona y la satisfacción de poderlo hacer bien ―aunque sea después de varios intentos.
- Enseña-te principios básicos de albañilería, electricidad, mecánica y carpintería, estos te serán 
de mucha ayuda a lo largo de tu vida y te ahorrarán mucho dinero.
- Aplica la regla de las tres erres Reduce Reutiliza ReCicla
- Estudia todo lo que te interese ―ahora puedes aprender cómo hacer casi todo a través de
 YouTube, y puedes estudiar cualquier carrera en la red. No hay nada realmente fuera de 
tu alcance ―nunca lo hubo realmente.
- Intenta configurarte el empleo de tus sueños ―no deberíamos pasar más del 50% de
 nuestras vidas trabajando en algo que no nos permite ser o canalizar lo que somos. 
- Provócate por lo menos un encuentro intimo con la naturaleza a la semana, para 
escucharla, resonarla ―acuérdate que todos y todo somos uno y ella es la madre de todo.
- Cada vez que puedas, camina o anda en bici, en vez de usar el transporte público o el coche;
 te ejercitas, ahorras dinero y estrés.
- Intenta curarte tú primero –si realmente nos escuchamos entendemos que nuestro 
cuerpo nos dice exactamente que le hace falta, observa donde te estás descuidando y haz
 algo al respecto. Existen infinidad de formas de ocuparnos de nosotros mismos y 
balancearnos algunas son: meditando, haciendo yoga o alguna arte marcial, comiendo bien,
tomando te, caminar entre los árboles o en la playa, y si hace falta más apoyo acude a la
 medicina natural en la forma que te sea posible.
- Crece lo que consumes ―por lo menos parte, en todos lados se puede sembrar algo y
 sabe mucho más rico si lo creces tú.
- Construye/ Crea lo que usas, igual no te queda perfecto pero prometo que lo disfrutarás
 mucho más.
- Aprende a programar y programarte.
Claro: antes que nada aprende a escucharte a ti mismo para saber qué es lo que 
realmente deseas configurarte.